miércoles, 22 de septiembre de 2010

Velada en la Costa de la Luz

Para comenzar quería presentarme. Soy amigo y compañero de andanzas de Optimista con experiencia. Como tal, también he sufrido todo lo que mi buen colega indica en su presentación.
Respecto a mi humilde contribución a este blog,quería resñar que me dedicaré especialmente a temas históricos puesto que estoy inmerso en esa carrera tan poco valorada pero maravillosa que es la Historia, madre de todos los saberes. No obstante, también estoy dispuesto a tocar cualquier otro tema como la Filosofía y la Política, pues también me apasionan. Dicho esto,me gustaría presentarles un trozo de una especie de diálogo filosófico que escribí en una calurosa noche de verano frente a la playa onubense:

-¿Y por qué haces esto?
-Por honor .
-¿Por honor? ¿Y de qué sirve el honor? Los cementerios están llenos de gente con honor… pero sin vida.
-¿Acaso prefieres vivir arrodillado a morir de pie, con honor?
-No, pero porque vivir de rodillas nunca será vivir. Lo podemos llamar existencia, pero jamás será vida.
-Ya veo, así que se trata de vida… ¿y qué es la vida?
- La vida es libertad. En aquel momento en que se te arrebate tu libertad, dejarás de vivir y pasarás meramente a existir. Y eso es lo peor que te podría suceder. Existir sin más; atrapado en la mediocridad, dejando que otros piensen por ti, carente de libertad, carente de… vida.
-¿Pero entonces el hombre, para vivir, no necesita defender su honor, su honra?
-No, pues al final el honor se volverá contra el propio hombre y lo aplastará. El honor solo crea envidia y rencor, que a su vez crean la venganza. Y esto es el cáncer de una sociedad. No creas a los que te hablen de honor. Son los últimos representantes de una moral antigua, vacía de libertad o vida. Son envenenadores, conscientes o inconscientes.
-Todo eso está muy bien, pero… ¿qué debemos hacer frente a aquellos que nos amenazan con la violencia?
-El uso de la fuerza siempre demostrará la debilidad de la mente. Y si la mente es débil, el hombre nunca será libre. Ellos existirán, pero no vivirán. Podrán vencer físicamente sí, pero jamás obtendrán una victoria moral. Solo los más necios los tendrán por vencedores.
-¿Y qué hay de aquellos con los que no se puede hablar, los fanáticos y extremistas de algo?
- Bien, aquí sigue el consejo más práctico que jamás te podré dar: no se puede discutir con todos los tontos del mundo. Viviríamos solo para discutir. Dales la razón.

1 comentario:

  1. ¿Darles la razón? Si se la das, entonces ellos actuarán con la conciencia limpia, pues tú los apoyas. Y si llegara el día en que tuvieran que pagar por sus actos, serías el primero en pagar por haberles dado el falso pensamiento de que su actuación es buena.

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