Desde la película "La Noche de los Muertos Vivientes", el zombie ha sido una de las criaturas estrella del género de terror.
No es de extrañar, ya que, en mi modesta opinión, el zombie es de las criaturas más "malas" en el sentido de que son más desagradables (pútridos cuerpos andantes, puaj) y más grotescos. Además carecen de virtud alguna, en contraposición a otros monstruos del cine clásico como pueden ser los carismáticos vampiros, los poderosos hombres-lobo, las sapientes momias o los inteligentes extraterrestres.
¿Por qué son tan poco atractivos? ¿Por qué a nadie le gustaría ser víctima de un zombie, y sin embargo, podría incluso molar tener los poderes de algunos de las criaturas anteriormente citadas? A la hora de diseñar un antagonista, lo natural es dotarle de algunas virtudes que lo conviertan en un personaje que mole, que llame la atención, y además en un poderoso enemigo.
Da la sensación de que el zombie está diseñado para ser despreciado. ¿Y cuál puede ser el motivo? Que sea una crítica. El objeto de ello es que no nos gusten los zombies, que los odiemos y que nos den asco. Me dispongo a analizar esa crítica, aunque en un primer momento todo esto pueda resultar gilipollesco, permitidme que me explique.
Antes de nada, lo primero es elaborar una definición adecuada para zombie. El término como tal proviene de rituales relacionados con la santería y el vudú, de los que el brujo revivía a un cadáver para controlarlo mediante la hechicería. Pero este término no coincide con la imagen de zombie del Siglo XXI. Nuestra definición se acerca más a la de:
"Víctima de una enfermedad que le ha anulado gran parte de la actividad cerebral a excepción de las funciones básicas (comer, respirar, andar...) sin más objetivo que vagar eternamente, comer e infectar a los seres humanos"
Requerirá matices en función de según qué novela, película, videojuego o serie estemos viendo, pero en esencia es lo mismo. Con lo cual, nos encontramos ante una criatura sin cerebro, con un comportamiento más irracional que el de un animal, que sólo se preocupa por buscar carne fresca.
Ahora, toca analizar dos de las grandes películas del género, la anteriormente nombrada, "La Noche de los Muertos Vivientes" (1968) de George A. Romero y "Amanecer de los Muertos" (2004) de Zack Snyder. La primera, por ser la pionera en el género; la segunda por su repercusión y su proximidad en el tiempo. Las dos tratan de lo mismo, un tema que está sacando su jugo recientemente, el Apocalipsis Zombie.
La primera abre no sólo el género, sino también la característica saga zombie de Romero, un mundo apocalíptico con campamentos fortificados que poco tardarán en caer ante la marabunta de muertos vivientes. Un mundo en el que los humanos sólo pueden contar los días que les queda para unirse a la horda.
Amanecer de los Muertos la recomiendo enormemente, ya que, aún siendo un re-make, goza de una originalidad muy notable (tanto que de la película original sólo conserva algunos detalles del argumento, lo que la convierte en una película prácticamente distinta). De ésta me gustaría comentar que la película se desarrolla en un centro comercial, donde los protagonistas creen estar a salvo de los zombies, pero pronto descubren que estaban equivocados.
Analicemos ahora los símbolos presentes en ambas películas. Unos humanos sin cerebro se adueñan de las calles aterrorizando a un grupo de supervivientes el cual se ve obligado a refugiarse. Curiosamente, uno de los refugios que los humanos adoptan, el centro comercial, parece en un principio un lugar seguro, inofensivo, sin embargo, ha terminado resultando que es donde más peligro había.
¿Acaso no se vive esta situación a día de hoy? ¿Acaso no hay personas sin cerebro pululando por ahí en busca de algo que satisfaga su insaciable hambre? ¿Acaso esa enfermedad no se está expandiendo? ¿Acaso la gente que conserva sus sesos no se ve obligada a refugiarse?
¿Acaso el Apocalipsis Zombie no se está dando ya en forma de consumismo?
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