jueves, 25 de noviembre de 2010

Imaginario

Hace poco pasé por un parque infantil. Allí vi a unos críos agazapados entre unos arbustos. La conversación que mantenían era acerca de la estrategia a tomar para capturar un pokémon que se hallaba bebiendo en la fuente más adelante. Obviamente, dicho pokémon no existía. ¿O sí?. Los niños actuaban como si lo pudieran ver, describiendo hasta el más mínimo detalle de lo que veían.

Describían su físico, sus movimientos, e incluso se estremecieron al recibir el feroz ataque que les había lanzado el pokémon cuando éste descubrió la posición de aquellos entrenadores. Tiraron pokéballs de piedra que al chocar contra la fuente lo capturaron, mientras su Pokédex registraba sus datos y era enviado al PC de Bill.

El lector probablemente ahora piense desde "Boh, qué gilipollez" hasta "Je, qué graciosos los mocosos".

Pero yo pienso de otra manera.

Incluso sabiendo ellos que no existía tal pokémon, ellos lo veían. Ellos estaban viendo al pokémon, ellos estaban oyendo su gruñido, ellos estaban sufriendo el ataque del monstruito, ellos estaban capturando algo que no se podía ver... a través de ojos que no fueran los suyos.

Cuando se hace uno mayor, es más consciente del mundo que le rodea, a cambio de un precio: perder la capacidad de visualizar mundos mejores tan sólo presentes en su mente. Sin embargo, hay quien aún habiéndolo conocido, o incluso a causa de ello, siguen viendo estos mundos. Para los demás, puede resultar que ésta persona sea un inmaduro, o un loco. Pero para mí, es un artista.

Seguramente saltará mi amigo Argüelles pidiendo que matice. Bien, he aquí mis matices: El que sigue viendo sus mundos infantiles y se encierra en ellos para escapar de la realidad, es el inmaduro. El que decide rebuscar en sus utópicos mundos y mostrarlos al mundo, es el artista.

1 comentario:

  1. Jajaja amigo Amadeo, te noto susceptible por mis comentarios en el artículo de la Iglesia.
    Mis felicitaciones. Un artículo muy bueno,y pienso que lleva razón.
    Las utopías sirven para seguir caminando hacia algo mejor, aunque debe permanecerse en la realidad.
    Un saludo!

    ResponderEliminar